domingo, 27 de octubre de 2013

La calle alternativa

La imaginación no ha muerto. Menos mal.

Me gusta, por alternativa, la calle Moral de la Magdalena. Allí subsisten, uno tras otro, pequeños negocios y tiendas que se escapan de lo convencional y adornan el tejido comercial de la ciudad con una sugerente especialización no apta para relamidos y sí para los que adoran lo diferente, lo singular... Y en esta reflexión, puede parecer un contrasentido que la calle al completo escenifique estos días el convencionalismo del "espíritu" de Halloween, pero ni en esas han inclinado la balanza hacia el lado puramente comercial, sino que han dado rienda suelta a la imaginación de cada cual no para atrapar al posible cliente, no... más bien para cautivarle. Y esa es la gran diferencia. Me gustó la curiosa lápida, por elocuente y sobre todo la delicadeza y elaboración con que los pequeños comercios han transformado por unos días la fisonomía de los locales; una nueva apuesta por el calor de lo sencillo, de aquello que nunca tendría que perderse en el corazón de nuestras ciudades, asfixiadas por la pavorosa presión carnívora de las grandes superficies de la periferia. Ahora disfruto pensando como lucirán estas cuasi mágicas tiendas durante la Navidad....

No hay comentarios:

Publicar un comentario