lunes, 26 de mayo de 2014

Un pellizco grácil

Con encanto
Se dice de las personas atrevidas que cualquier cosa que se pongan les cae bien. No es el caso de Granada, cuyo clásico porte ha conjugado siempre muy mal con a saber qué cosas, principalmente aquello en lo que desde un punto de vista arquitectónico ha sacado los pies del tiesto. Pero he aquí que este edificio ha hecho un pacto con la dama de recia estampa que es esta ciudad y en ella encaja tan bien como los guantes blancos y largos de Julia Roberts sentada en el palquillo de la ópera. No solo me cae bien este edificio, sino que me gusta porque es un pellizco grácil en el moflete del Realejo. Y ahí está, con su fachada cubriéndose de luz cualquier mañana de esta primavera rara en la que la magia parece escalar sus paredes como una hiedra caprichosa. Para mí tiene mucho encanto y además "cae bien".

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