sábado, 29 de marzo de 2014

El hueco

Más presente aún, si cabe
El hueco habla más de presencia que de una ausencia. En los días previos se produce el éxodo hacia otros altares efímeros que proclaman la Inminencia. Allí donde esa increíble mirada baja y ladeada ha contemplado, durante el año, todas las devociones silenciosas en la permanente y Húmeda Soledad de San Gil y Santa Ana, queda el rastro de una grandeza que para cada cual es íntima y única. Ella hoy señorea en el epicentro visual del Templo, mientras que la peana que tantos meses ha sustentado cientos de oraciones da la impresión de estar vacía; pero no ... ese hueco extraño que parece carecer ahora de sentido, expresa un potente rescoldo de permanencia, de vigencia ... Es un rincón vacío donde el sentimiento en sí se refuerza, pues en él intuimos la esencia arrolladora de la espiritualidad. Ella no está ahí, y sin embargo continua estando y quien de verdad la busca no necesita contemplarla pues ya la lleva dentro y el corazón de cada cual la atesora y la ve en tiempo real, en cada instante. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario