miércoles, 25 de diciembre de 2013

Cuando la música está en el aire

Música para perderse en el silencio de una tarde nublada

El cuarteto Q4
La sempiterna frase de "buscarse la vida" me parece cada vez más cruel cuando la aplicamos al trabajo de estos artistas que ponen fondo y sonidos a nuestra cotidianidad urbana. Del primero me dejó arrastrar su pequeño y suave caudal de nostalgias, camino de un Paseo de los Tristes desierto, casi desolado, en una tarde de barrunto invernal. De estos, la belleza de lo clásico te envolvía en una euforia maravillosa y sublime en un escenario tan escandaloso como la calle Mesones. El primero ofrecía su música como compañera para una solitaria reflexión; el cuarteto Q4 la servían como un sorbo de almíbar que endulza un instante brillante. 
Granada no sería Granada sin sus preciosos sonidos, los que aguardan para ponerle decorado de emociones al encuentro con sus mejores rincones, con sus sorprendentes recovecos. No puedo entender que los ayuntamientos comiencen a ponerles trabas a quienes salen a las calles no a buscarse la vida, sino a hacer que la vida sea infinitamente más hermosa porque la música es el mejor medio para conseguirlo. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Si las palomas hablasen...


Reconozco que no me caen simpáticas las palomas y desde luego no se que pensaría la preciosa efigie si pudiese darse cuenta que en su regazo juguetean, se arrullan, descansan y.... también depositan su corrosiva "caquita" nuestras acomodadas vías urbanas. 
Sin embargo, la estampa me puso en otra órbita, en la de dar una cierta rienda suelta a vagas leyendas que hablan del diálogo de las palomas con las estatuas, incluso con imágenes sagradas.... Al contrario que las gaviotas, que previeren los postes metálicos de las farolas; aquellas se rinden ante cualquier recreación pétrea que rezume divinidad, realeza o... simplemente... amor. 
Y ahí están, escurriéndose de las humedades y buscando las oquedades del arte y de la belleza de nuestros monumentos... dándonos motivos para pensar en el verdadero papel que estas aves representan en nuestro mundo; pero en cualquier caso dejándonos instantes como el que refleja la fotografía. Si las palomas hablasen...

sábado, 14 de diciembre de 2013

El Belén de la esquina

A Belén se llega pasando por Bib-Rambla
Los tópicos se destruyen cuando por ellos pasa la generosidad. Un 'Nacimiento' plantado en mitad de un escaparate refuerza su valor emocional cuando ha sido edificado con la finalidad de tender la mano y a la vez echar una mano. En este caso, el precioso montaje tiene como objeto servir de reclamo al rastrillo ubicado en un local de Bib-Rambla esquina con Zacatín, en pleno cogollo de la vorágine callejera de navidad que inunda toda Granada. 
Se trata de recaudar fondos para los comedores sociales de San Juan de Dios; una preciosa iniciativa que dentro de su sencillez sirve para recordarnos a todos que la Navidad jamás debió ser el marasmo consumista en que se ha convertido y que los auténticos valores parecen escondidos en iniciativas tan humanas como esta. Me dejé sorprender y más aún cuando me enteré que mi amigo José Antonio Martínez ha sido quien ha dado vida a tan hermosa recreación, utilizando para ello figuras que en muchos casos ya tienen un cuarto de siglo y que ahora se muestran a un público que, necesariamente, debe detenerse. Y puestos a estar agradecidos por el desinterés y altruismo mostrado por muchas, muchísimas personas, hoy le dedico estas líneas a José Antonio y su más que demostrado compromiso personal hacia las pequeñas causas que tanto sirven para demostrar que hay personas, como él, dispuestas a entregar su tiempo y su esfuerzo a los demás. 
En esta tarde fría, además de alabar esta iniciativa aprovecho para decir que me siento orgulloso de un buen amigo al que le deseo toda la suerte del mundo en esta y tantas buenas cosas que será capaz de hacer en el futuro. 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

El corazón de San Juan de Dios


Reyes a caballo

Dulcecillos caseros.... una tentación

Pequeños regalos realizados con ilusión y un extraordinario esfuerzo
De la simple y casi tópica curiosidad por los belenes, quiso la noche que llegásemos de paseo hasta la Calle San Juan de Dios; una zona que considero la hermana pequeña del centro de Granada y que se hace apetecible por su curioso bullicio, casi de ciudad pequeña. 
Lo que no pensaba es que dentro del complejo que conforman el Hospital de San Rafael, Colegio de Educación Especial San Rafael, Comedor Social San Juan de Dios y la impresionante Basílica de San Juan de Dios... lo que no pensaba, digo, es que por encima de su impresionante y bien planteado 'Belén' me iba a impresionar tanto el trabajo de un grupo de voluntarios, que dejan todo su tiempo libre en estos días y los que están por venir para atender las visitas del público que se marcha encantado con el montaje, además de ofrecer en venta numerosos productos artesanales realizados por los alumnos. Las fotos muestran algo, pero no se trata simplemente de objetos bonitos o curiosos, detrás de algunos de ellos como un simple marca-páginas está el esfuerzo humano, sencillo para cualquiera de nosotros pero increíble y precioso para quien se plantea su confección como un reto personal, como una pequeña-gran meta de incalculable valor para quienes construyen cada uno de sus días como un logro maravilloso en el que su principal regalo es sentirse utiles a la sociedad. Por eso, los muñequitos, jarritas y tantos deliciosos objetos hablan en su hechura más que ningún otro mensaje navideño... Yo, que os recomendaría que compraseis algún detalle de tan humano muestrario, os recomiendo igualmente que dediquéis un ratillo a la conversación con los voluntarios; gente afable, entregada y comprometida que no duda en fabricar sus propios dulces caseros para contribuir a la causa, lo mismo que la señora que se empeña en que no te marches sin el almanaquillo de San Juan de Dios. 
Salimos de allí contentos, tal vez no tan ensimismados con el montaje del Belén -que, insisto, es magnífico- como con el empeño personal de quienes conforman esta gigantesca obra humana. Para ellos, más que nunca, ¡Feliz Navidad!.


lunes, 9 de diciembre de 2013

Como un turista más...





Allá por donde vayas surge el encuentro con lo inesperado. A veces, incluso, gustamos de sentirnos turistas en nuestra propia casa quizá porque con ello abrimos un poco más los ojos. Eran poco más de las cuatro de la tarde y en esta ciudad donde la siesta no existe desde octubre en adelante, el ritmo se comía Plaza Nueva de manera trepidante e insólita. Como uno más de tantos me dejé llevar en esa nube de sonidos sordos. Más adelante vendría el músico callejero del violín... pero esa es otra historia, mucho más íntima y sosegada. 

sábado, 7 de diciembre de 2013

Pequeñas magias


Árbol de Bib-Rambla

Fachada del Ayuntamiento

Magnolios iluminados en la Plaza del Carmen

Puerta Real

Granada siempre ha tenido una forma muy peculiar de maquillar su Navidad. En estos días del gran puente de diciembre propios y extraños se detienen en las calles, miran hacia arriba e intentan buscar un pequeño significado al brillo de las luces que cubren los cielos de la capital como millones de burbujas plateadas. Hay noches en las que el frío corta los mofletes y aún así nos detenemos un tanto embobados ante la inmensa estructura metálica que construye el árbol de Bib-Rambla o bajo el tapiz de luz fría que vuela sobre la Gran Vía hasta donde se pierde la vista. Muchos son los que cada año cuestionan la utilidad del alumbrado navideño o quienes subrayan el dispendio económico que supone; yo no entro en ello, simplemente quiero rebuscar en las sensaciones que cosas como esta nos provocan, nos evocan. Yo miro hacia arriba una y otra vez, con la nariz dormida por el frío y también intento buscar un significado a tanta luz de invierno... y no estoy de acuerdo en que las luces nos impulsen a comprar de manera compulsiva, sino que de por sí son mágicas y bellas en sí mismas... ¿acaso no estamos necesitados de pequeñas magias y de belleza en nuestras vidas?. Pues ahí va esta pequeña dosis.... 

jueves, 5 de diciembre de 2013

Valiente y arrogante

frío contraluz
No hay identidad de paisajes. Pero al detenerme me acordé de los cafetales de la canción: "cuando la tarde languidece, renacen las sombras". Me paré junto a un Darro ruidosillo que corría entre vegetación escarchada a las cinco de la tarde. Nada que ver esas cinco con las de las gloriosas tardes de Corpus. Estas cinco también hacen languidecer los sentidos, pues ese sol menguante ni ilumina ni da calor, tan solo deslumbra a contraluz. Con todo, ese crepúsculo que se viven en las zonas de umbría de Granada cuando media la tarde del cercano invierno tiene un olor único... huele a poema dictado en susurro; huele a un tiempo que está por venir y a la vez huele a historias que no conocimos. Y en ese marco, el árbol. Un castaño de Indias valiente, tal vez arrogante, surgido de un complicado tajo urbano que escarba el río antes de perderse en las entrañas de esa bóbeda tenebrosa que aguarda en las mismas entrañas de San Gil y Santa Ana. Y lo cierto es que me gusta esa luz, contra la que lucha el turista-fotógrafo pillado buscándole las cosquillas a un árbol que crece, crece y cada vez ensancha más porte en la estrechura urbana más romántica de Andalucía. En unos días, ese árbol exhibirá su desnudez y tal vez amanecerá nevado. Pero ya veréis allá por la época en que un río de nazarenos camine por la vereda de piedra; entonces reinará inmenso y verde, dispuesto a convertirse en leyenda.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Desaparecen sueños

Un día fue una puerta...
Mi habitual figurante infantil realizó tres pasadas antes de captar la instantánea que me interesaba. La imagen necesitaba un soplo de vida y movimiento que contrastara con la estática superposición de reclamos. Tantos que los carteles ya son -lo que por aquí se dice- una "torta". No es un muro, se trata de la puerta de un gran comercio que conoció tiempos mejores y que como tantos es ya un cementerio donde en vez de flores se solapan carteles de conciertos, de actos culturales, afters y hasta circos. La publicidad invade espacios yermos que otrora fueron escaparates brillantes, portales de mundos donde una o dos generaciones iban atendiendo a clientes de toda la vida; es lo que supongo de esos establecimientos de puertas grandes y luminosos cubiertos de mugre y cagadas de paloma con tufo a años setenta y ochenta. La capital es un muestrario de ellos y la ausencia de futuros comerciales niega incluso el "prohibido fijar carteles-responsable la empresa anunciadora". Por no haber ya no hay ni quien denuncie. Cambia la ciudad, cambian las costumbres, desaparecen sueños...